Friday, December 2, 2016 - 17:06Spanish

Los últimos ensayos realizados confirman un nuevo avance en el sector calzado al conseguir cerrar el ciclo de vida del residuo y sacar al mercado un producto nuevo mucho más sostenible y comprometido con el medio ambiente

El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja, CTCR, y el Centro Tecnológico CARTIF de Valladolid han finalizado con éxito el proyecto que permite fabricar suelas de zapatos a partir de espumas de poliuretano reciclado. Cumplido el objetivo de esta investigación, impulsada también junto al resto de socios que forman el consorcio, las empresas riojanas, Garmaryga y Caucho Ruiz-Alejos, se confirma la viabilidad de este tipo de plástico reciclado para conseguir un calzado más sostenible. Concretamente, la formulación obtenida, empleando un 40% de poliol reciclado, permite obtener suelas que cumplen todos los requisitos técnicos y los estándares de calidad necesarios, al igual que recurriendo al poliol virgen, pero con el valor añadido del reciclaje, entre otros.

 

La sistemática empleada para alcanzar la meta final se ha basado en distintos procesos químicos -como la glicólisis- que posibilita la ruptura de las cadenas del polímero para volver al monómero inicial, un poliol. En base a ello y mediante la incorporación de otros aditivos, se añade de nuevo como componente en la fórmula para fabricar espumas de poliuretano que permiten obtener nuevas suelas.
Comodidad, resistencia, ligereza, impermeabilidad, son sólo algunos de los requisitos que cumple el poliuretano, jugando un papel fundamental, para la fabricación de calzado de seguridad, deportivo, de tiempo libre, etc. Pero también para zapatos de uso de calle, pues es cada vez más usual encontrarlo en calzado de moda, con mayor exigencia de diseño. Y así lo aseguran desde el CTCR y CARTIF, confirmando que los resultados son replicables tanto para el calzado de uso profesional como para el ámbito moda, independientemente de su funcionalidad.

Desde este punto de vista, cabe resaltar que en España se venden anualmente unos 102,8 millones de pares de zapatos, lo que supone que una cifra similar acabará en los vertederos urbanos. Así, con este proyecto, fabricantes de calzado y componentes podrán contribuir a mermar el impacto ambiental prescindiendo de los materiales empleados habitualmente, caracterizados por su lenta degradación.

Actualmente, las partes implicadas en el proyecto estudian la rentabilidad de la producción, para, a continuación, avanzar hacia la obtención de poliol mediante el proceso de glicolisis a nivel industrial. El éxito del proyecto, a nivel técnico y medioambiental, ofrece una nueva vía de reutilización dentro del sector del calzado, hasta ahora inexistente, así como un novedoso modelo de implantación de la economía circular en pro a la optimización de los recursos. La colaboración de los fabricantes de calzado de poliuretano a nivel regional y las conclusiones del estudio de viabilidad técnico-económica marcarán los nuevos retos para poder obtener poliol reciclado en nuestra zona de producción.
Marta Calvo, Directora de Calidad y Medio Ambiente del CTCR: “Tras finalizar la investigación mediante las pruebas industriales realizadas en las empresas del consorcio, se ha obtenido una solución tecnológica viable para poder abordar con éxito la reutilización de los residuos de poliuretano que se desechan, como restos sobrantes, en las industrias dedicadas a la inyección de suelas de calzado. Un exitoso y claro ejemplo de aplicación de economía circular en el sector calzado”.
Alicia Aguado, investigadora del Área de Tecnología Ambiental de CARTIF: “La obtención de un poliol óptimo a través del reciclado químico de las espumas de poliuretano presentes en las suelas de calzado ha sido un gran reto con un resultado muy positivo y satisfactorio, consiguiendo reciclar y dar un valor añadido a unos residuos que actualmente terminan en vertedero, y sobre todo, consiguiendo fabricar un producto de prestaciones iguales al de partida, logrando cerrar por completo el ciclo de vida de estos residuos.

Nota de prensa

CTCR

Arnedo, La Rioja, 30 de noviembre de 2016